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Columna de Opinión. LA RENUNCIA DEL TESORERO DE LA FEDERACIÓN ATLÉTICA DE CHILE

Un autócrata, en algunos casos, cuando no hace otra cosa que repartir favores para mantenerse en el cargo, jactándose permanentemente de superioridad moral, no merece sino el beneficio de la duda.

Los datos equívocos o derechamente falsos que personajes así hacen voluntariosamente circular en las redes sociales, deja entrever que habría un enorme montaje para encubrir la verdad. Afortunadamente en ese contexto cuando las palabras no se las lleva el viento ni los documentos tampoco, tarde o temprano se descubre a los oportunistas.

En el último “Consejo Superior” efectuado, presencialmente, en Santiago (27 de noviembre 2021), Juan Luis Carter Beltrán coludido con su Secretario Egon Epuyao, en una intervención mañosa ocultaron la carta de renuncia escrita del Tesorero Víctor Cuellar, efectuada el 23 de julio 2021. Lo más grave, informan al referido “Consejo de Presidentes”, que el Sr. Cuellar había pedido un permiso temporal; tesis del académico de la U. de Los Lagos (contando con el apoyo de la Directora Mónica Fredes), que resulta insostenible a la luz de las contundentes evidencias.

Pero en una contradicción que desnuda a ciertos personajes, el acta de la Sesión N°06-2021 (se adjunta) del Directorio de FEDACHI legalizada y reducida a escritura pública en notaría de la ciudad de Osorno el 17 de agosto 2021, sí se consigna en dicha carta la renuncia: “…tomando el acuerdo de aceptar su renuncia al cargo.” Establecen además que Cuellar les hizo llegar talonarios de cheques de fondos fiscales y fondos propios. Esto indica que se habían llevado la chequera de la cuenta corriente bancaria de la Atlética Chilena para la casa. También Carter Beltrán “…se comprometió (ante el Directorio) a realizar algunas consultas al IND para el reemplazo en el cargo…”. Una argucia más. Es decir, derechamente faltó a la verdad ¿Por qué? ¿Hay problemas de platas no aclaradas?

En efecto, también desconocieron sus propios Estatutos. Según el Art. 40, correspondía que asumiera el Sr. Leonardo Jarpa, quien obtuvo la mayoría siguiente al titular del cargo, en la elección pasada.

A lo anterior se suma algo peor. Entre el 11 de diciembre 2019 (Sentencia del Tribunal Electoral) y noviembre 2020, fechas en que el directorio no existía, estando los cargos acéfalos, utilizó fraudulentamente el uso del cargo de Presidente de la Federación. La carta enviada con su firma de Presidente de La Federación Atlética de Chile (25 de julio 2020) a su homólogo del Perú lo ratifica. Aún más, en dicho período cursaron varios documentos bancarios (cheques) emitidos entre el Sr. Cuellar, Epuyao, y él mismo, lo que constituiría un delito ya que no tenían poder de firma. Esto ha sido denunciado a la Fiscalía y se encuentra bajo investigación reservada.

El “Caso Fedachi”, con un prontuario a la fecha, acumulando el brutal y triste récord de 14 bochornosos reveses judiciales y administrativos (quizás nunca visto en el deporte federado), muestra la arrogancia y soberbia del académico que sigue desafiando a la justicia, luego de hechos investigados y acreditados, originando millonarios costos a la Federación, sin que se sepa claramente de dónde provinieron estos recursos para pagar abogados y costas, y que bien pudieron destinarse a los atletas.

A estas alturas ya nada sorprende. Con invenciones alucinantes han impedido el acceso durante años para que la Comisión Revisora de Cuentas encabezada por Sergio Guarda, realice su labor (Art. 54). Significaría que ocultan deudas cuantiosas que pueden llevar a la Atlética Chilena a su quiebra y con ello, el embargo de todos sus bienes.

Es claro que se deben reformar los actuales estatutos, para impedir que estas situaciones judiciales, que no acarrean pena aflictiva, se repitan. ¿Es moralmente reprochable que dirigentes de esta Federación habiendo cometido tantas irregularidades puedan postularse y/o mantenerse en el cargo dirigencial? U otros casos que, torciéndole la mano a la Ley del Deporte, se mantengan en sus cargos por períodos que van más allá de lo que permite la Ley, o que dirijan en las sombras las Asociaciones Regionales miembros de la Federación. Es tiempo de renovar y cambiar estas malas prácticas que desprestigian a la dirigencia deportiva e impiden obtener patrocinios de las empresas privadas.

Fernando Sotomayor G.

Ex Atleta