AARM

Columna de Opinión: ¡LOS ATLETAS PRIMERO!

En el reciente “Sudamericano de Atletismo São Paulo 2023”, el Team Chile cosechó un buen rendimiento en cerca de 30 años. Cabe felicitar a los atletas nacionales por ese cuarto puesto (17 medallas: cinco oros, cinco platas y siete bronces); detrás de Brasil, Colombia y Argentina. Se notó el sacrificio de varios atletas al ir a distintas pruebas con el fin de a escalar como país en el resultado final (ver cuadro adjunto).  

 

Si bien se registraron buenas marcas, la asistencia sudamericana en algunas pruebas fue baja. Ello, puede ser atribuible a la CONSUDATLE que aún mantiene su propio sistema de puntuación por prueba (10, 6 ,4, 3, 2 y 1), distinto al que aplica la World Athletics (8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1), que no considera pruebas de doble puntaje (combinadas y relevos). Un cambio en este sentido puede abrir el abanico a más países para concurrir con más representantes a los campeonatos sudamericanos. Otro aspecto a considerar en el número de medallas y puntajes con respecto a torneos anteriores es la incorporación de nuevas pruebas femeninas en los últimos años (martillo, garrocha, triple y 3.000 m con obstáculos) las que, en décadas pasadas no existían.  

 

Otro punto para tener presente. Chile no organiza un Sudamericano Adulto desde el año 1985 (ver cuadro adjunto). Salvan por supuesto dos grandes eventos: El Campeonato Mundial Juvenil de Santiago 2000”, con más de 140 países participantes y alrededor de 1.300 atletas; luego el “Campeonato Iberoamericano Adulto Iquique 2008”. 

 

En el detalle, el 80 % de las medallas de oro vinieron de la A.A. Región Metropolitana: Carlos Díaz en 10.000 m y Karen Gallardo, disco (A. Santiago); Ivana Gallardo, bala; Claudio Romero, disco, junto a Martina Weil 400 m. (U. Católica). Otro importante oro provino del consagrado martillero Humberto Mansilla (Phoenix-Temuco), junto a la plata de su coequipo Gabriel Kehr. Los cinco ganadores de medallas de oro clasificaron directamente al Mundial de Budapest.

 

En cuanto a las medallas de plata y bronce, el 71% de estas también provinieron de los clubes de la Región Metropolitana. Entonces, ¿Dónde quedó esa promesa regionalizadora del atletismo chileno? Por lo visto ha ocurrido todo lo contrario. 

 

Así y todo, en las décadas 60, 70, 80 y 90, con Chile en el ABC continental, siempre estuvo en la lucha por puntaje o medallero por el segundo o tercer lugar. Luego, los resultados desde el año 2014 en adelante desmejoraron (2017 fue 6°; en 2019 7°, y el 2021 6°)Entonces, ¿cómo se logró mejorar? ¿Este reposicionamiento a nivel sudamericano, fue producto del azar, si hace un par de años era poco probable avanzar posiciones en el concierto sudamericano? ¿Fue producto en un par de personas? Por supuesto que no.  

 

El trabajo subyacente de algunas asociaciones y clubes enseña que, solo pudo ser producto de un recorrido sostenido y planificado por años. La transferencia estructural por parte de dirigentes de unas pocas asociaciones bien organizadas, en especial la Metropolitana (AARM) absorbió por años la falta de buenas competencias en las regiones. Mediante torneos lanzó bajo su mano institucional un calendario programático. Así se empujó no solo una mayor identificación con los clubes, consolidando procesos y resultados, sino que favorecieron de norte a sur a todo el atletismo nacional. 

 

Esa transición desde una estructura unipersonal sin historia, llena de intervenciones que se ha pretendido instaurar fustigando el trabajo de la AARM, tratando de perjudicar la iniciativa privada de sus asociados, la que ha tenido por objeto impulsar la libre competencia de los atletas y la responsabilidad de los entrenadores, verdaderos artífices de este logro, quienes podían priorizar fechas y pruebas en beneficio de sus dirigidos. Así se logró consolidar a toda su organización bajo el lema: “Los Atletas Primero”Los resultados saltan a la vista.

 

Otro tema complicado ha sido el financiamiento con que cuentan los atletas y entrenadores. Estos recursos les llegan por diferentes fuentes. Están las Becas Estatales” que apoyan el desarrollo de algunos atletas mediante el proyecto Prodar, sumado al Team Chile; más los recursos privados desde la Corporación Maratón de Santiago”. En otros casos, los atletas de provincia consiguen recursos Municipales o Regionales”. Pero en la gran mayoría se origina en su núcleo familiar, o con recursos de sus propios trabajos, o lisa y llanamente con mecenas, rifas y plegarias. 

 

¿Cuál es el quid del asunto? Esta remontada llena de entusiasmo y titulares, que por cierto debe ser celebrada, no puede ser un maquillaje al sistema federado ya que, no fue un milagro; fue el proceso señalado. Ello, debe llevar sacar la voz para recuperar la credibilidad en la descentralización de los clubes regionales como un verdadero poder movilizador de sus deportistas. Algunos dirigentes saben cómo liderar a sus comunidades locales, para promover el bien común y la calidad del servicio deportivo fortaleciendo de paso a los clubes. Sin una organización fuerte, se estará dependiendo siempre de unas pocas figuras atléticas. Porque el principio de la proyección se basa en que cada seleccionado nacional representa a varios otros que, bajo su figura se sienten identificados y/o representados, aumentando la base de la pirámide. 

 

Entonces, se hace necesario resetear el proceso, hacer crecer la cadena de valor, sin encapsular al atletismo en forma efímera o milagrera buscando titulares. Seguir entregando un torneo por acá y otro por allá solo para manejar al arbitrio de algunos directivos las regiones, sin enseñarles a producirlos en tiempos y formas, eso seguirá siendo un lastre que ha deconstruido el sistema federado por las pistas equivocadas sin ofrecer un producto llamativo para las futuras generaciones. Por ahora, a esperar la otra realidad: Los “JJ Panamericanos Santiago 2023”. Desde estas líneas les deseamos a nuestros atletas la mejor de las suertes.

 

Fernando Sotomayor G.

Ex Atleta