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Columna de opinión - EN EL SUR PARTIÓ LA CARRERA POR EL SILLÓN FEDERATIVO

Terminados los Juegos Olímpicos de Paris 2024, rememoramos a Maquiavelo, quien resumió la política vigente en la Europa del renacimiento como “…el arte de tomar y mantenerse en el poder usando todo tipo de medios, -buenos o malos- que el príncipe tuviera a su disposición”. Ello nos recuerda el notable empeño que realizan ciertos personajes por aparecer virtuosos. Así, la cultura de una organización depende de quienes la conducen.

En un mundo cambiante, la necesaria discusión ética, de unos con otros generada en la libertad de expresión, investigaciones y realidades, obliga al menos a debatirlos bajo un trabajo holístico de esas experiencias y conocimientos. Así el paradigma social de una organización deportiva debe siempre dar el espacio a la diversificación de los aportes críticos a fin de enriquecer su evolución por medio del trabajo intelectual permitiendo salir de la mediocridad y no persiguiendo ideas. En tal caso, quien no guste de opiniones diversas o, si estas posiblemente le afecten, la razón indicaría responderlas con argumentos; sobre todo cuando se ejerce un cargo de representatividad social. Incluso las discrepancias y desacuerdos con puntos de vista diferentes enriquecen en acuerdo a la diversidad geográfica del país, como fuente legítima del desarrollo institucional, permitiendo corregir errores.

Así, en una comunidad societaria que es de todos y no solo de algunos, las buenas relaciones sociales entre unos y otros se construyen en el tiempo, pero también se pueden destruir. Quienes bajo el obsoleto y anticuado control monopólico del pensador único que, sin visión o capacidades directivas elude el debate, para luego victimizándose aplicar la cultura de la cancelación. Temporalmente logran sacar de la carrera a todos los que disienten de su mando, pero terminan desintegrándola.

Luego, como comentaristas, en esa pretensión para dominar el proscenio a fin de mostrar muchas veces lo que no se es, recrean fantásticos escenarios para castigar y controlar la información con el propósito de ocultar esa crisis de valía.

Demos vuelta la hoja. ¿Qué habría ocurrido en la ciudad de Puerto Montt en junio pasado? Un directivo tal vez probándose el traje federativo ante un audiencia regional, con la intención de ser percibido como un dirigente que tendría todo bajo control, incluso una administración de grandes logros, o como sea, el conocido bancario y actual Secretario General de la Atlética Chilena y Presidente de la Asociación Deportiva Atlética Décima Región, percibiéndose entonces sin límites lanzó un discurso adornado con promesas, entre otras, cursos al extranjero. Seguidamente, quizás creyendo tener todo calculado, posiblemente pauteado por su compañero en la oficina federativa que les instaló algún correligionario del Municipio de Osorno, apuntando con el dedo, lanzó públicamente su candidatura al “Sillón Presidencial” de la Federación, lo que nunca había ocurrido en la historia atlética nacional.

En ese contexto como un heredero sin autonomía sigue aplicando la política del terror, donde los que no están conmigo pasan a ser mis enemigos. Con una posición de supuesto liderazgo disimuladamente la otra sorpresa vino en la recta final. Para anular disidencias, trasgrediendo los límites personales de otro asistente al evento, un reconocido ex atleta internacional, hoy entrenador, mediante una pachotada lo descalificó maltratándolo públicamente delante de las autoridades. Así sin darse cuenta transformó un acto protocolar en un “Estallido Dirigencial”. Hoy el Sr. Egon Epuyao se encuentra en Tribunales de Justicia. Pero frente a la realidad ¿Cuáles podrían ser las virtudes de ese dirigente regional y nacional para dirigir la Federación?

Primero: La situación atlética de su Asociación, la sureña X Región de Osorno (también ciudad del Presidente federativo) y sus alrededores, es lamentable. Según Usplat 2022, registró cero inscritos y ningún torneo. Aunque la demolición de la pista sintética de Osorno (fue absurda porque solo cabía hacerle un reetoping) y su posterior puesta en marcha, no puede ser excusa. En la región existen varias pistas sintéticas.

Segundo: Con dos períodos en el Directorio de la Federación, debiera conocer los Estatutos por los cuales se debe regir. Haber presentado en un acto público su candidatura para dirigir esa Federación, sin que nadie se lo pidiera, es contrario al Art. 56 (Comisión Electoral) señalando el plazo para la inscripción de los candidatos al Directorio. Luego, haber incumplido con el Titulo 9° correspondiente a los “Deberes Secretario General de los Estatutos”, es impresentable. Entre tantas, nunca ha enviado a las asociaciones las actas solicitadas. Según Informe de la Policía de Investigaciones (PDI) ”… funcionarios de Fedachi desconocían dicho paradero… y que los libros de actas del directorio de Fedachi desde el 2017 al 2022 “se encuentran en poder del secretario general de Fedachi, Egón Epuyao Díaz, en su domicilio de la ciudad de Osorno(El Ágora 5.4.24).

Tercero: Denigrar públicamente la honra de una conocida persona de su asociación, para luego con saña someterlo simultáneamente y en forma errónea a tres “Comisiones del Decreto 22”: Comisión Decreto 22 Asociación Atlética Regional de los Lagos; Comisión de disciplina de la Asociación Deportiva Atlética Décima Región (sus 3 integrantes pertenecerían al club de Epuyao, lo inhabilitaron sin juzgar). Como la cosa no podía quedar así no más, la Sra. Valeria Alonso (Fedachi) responsable del Decreto 22 , abre otra carpeta investigativa por el mismo caso ignorando que, una causa no puede ser juzgada por 3 comisiones distintas.

Por medio de esa moda intimidante para aplacar toda discrepancia, impidiendo el sano crecimiento institucional inferido como el bien común, hoy cualquiera saca la tarjeta roja del Decreto 22. Se está viendo a menudo en el atletismo federado. Sin duda, el problema es el comportamiento ético y las biografías que abrazan algunos mandamases. Porque en vez de conducir, ofendidos por cualquier discrepancia, se transforman en inquisidores afligiendo el progreso de su organización; donde solo importa operar conciencias para conseguir votos y ganar elecciones. Entonces “el atletismo el deporte rey de los Juegos Olímpicos” que, como una de las mejores escuelas para la enseñanza formativa de hábitos y valores para toda la vida de niños, jóvenes y adultos, ha quedado en el olvido. Por tanto, a esta altura el obstáculo a salvar no es quienes venden humo con alocuciones moralizantes, son los que les creen.

Fernando Sotomayor G.

Ex Atleta