“El pasado como posada: El pasado que nadie puede abandonar. Para bien o para mal, el pretérito se instala en uno, pues la vida lleva sobre sus hombros su recorrido previo. Vivir es recoger todo lo anterior y hacer de ello una morada cuyos muros son los acontecimientos sucedidos y sus puertas, las consecuencias presentes y futuras…La importancia del pasado es que es un ancla inmodificable en cuanto a los hechos. A diferencia del futuro, abierto a la imaginación especulativa, el ayer permanece cerrado en cuanto a lo acontecido. Mientras el mañana hospeda ilusiones y expectativas, el pasado solo alberga certezas. Si el futuro posibilita sueños, lo remoto otorga un piso sobre el cual sostenerse. El primero inquieta y genera dudas por su incertidumbre; el segundo, en cambio, da cuenta de un hilo que no es menor, pues es el de la verdad sobre uno mismo…”(Convivio Panathlon agosto 2024).

La memoria, como registro de acontecimientos del ayer pavimenta la historia del mañana.

Si la memoria corta o larga no me falla, torcerle la mano a la historia, tarde o temprano, ella misma se encargará en descubrir. Porque, entre las ambiciones legítimas de algunos personajes por escribir sus propias memorias, y lo lícito de sus actos, no siempre concuerdan.

Así, los grandes héroes de nuestra historia nos enseñan que, “un servidor más probo, con un patriotismo más equilibrado, y una prudencia más inteligente”, dejará su huella bajo un legado de servicio. En el mes de la patria recordamos algunos casos de esa dimensión heroica, de esos pro hombres que estuvieron dispuestos a dar la vida por alguna causa que bien lo valía.

Aprender esas lecciones del pasado nos transporta a una nueva dimensión: la memoria societaria de las personas cuyos hechos, conforman las verdaderas historias institucionales y puntos de encuentro, mediante relaciones de confianza duraderas, para un futuro mejor. Entonces, la memoria de una organización deportiva enseña que el trabajo en equipo, transparente y ético es decir, el registro acumulado entre asociaciones, clubes y eventos como símbolo de esa rica historia común capturada por la veracidad de los hechos acaecidos, es importante.

En efecto, al retomar el sendero valórico de los 100 años de historia atlética nacional, nos encontramos que el 21 de mayo de 1914 con su primer presidente Erasmo Arellano D. se dio la partida a la Federación Atlética de Chile (FEDACHI). Luego el año 1918 junto a Uruguay y Argentina crean la Confederación Sudamericana de Atletismo. Al año 2013 FEDACHI registraba 28 presidentes de destacada trayectoria como dirigentes (ver cuadro). Entre ellos destacamos a don Alfredo Betteley M., Horacio Walker C., Jorge Ehlers T., Enrique Fontecilla R. y Raúl Maturana.

Aquellos que construyeron ese prestigio alcanzado por la FEDACHI por cerca de 100 años de fructífero trabajo a nivel nacional e internacional, en esa conducción destacan ingenieros, abogados, empresarios, profesores, y prestigiosos ex atletas. El respeto por las diferencias de opiniones y la tolerancia hacia los “Adultos Mayores” en la dirigencia, cuerpo de jueces y entrenadores marcaron su trabajo asociativo.

Sin entrar en detalles aquellos directivos que, junto a varios otros, permitió contar con asociaciones, primero provinciales, hoy regionales, y clubes fuertes. Así propiciaron que nuestro país se constituyera en uno de los líderes como país organizador de los Campeonatos Sudamericanos Adultos: 1920 (II); 1927 (V); 1935; (IX); 1943 (XIII); 1956 (XIX); 1974 (XXVII); 1985 (XXXIII). Entre los Sudamericanos Juveniles: 1960 (II); 1964 (V); 1980 (XIII); 1987 (XIX); 1995 (XXVII) y el Sudamericano de 1999 en Concepción (XXXI). En la Categoría Menores: 1976 (III); 1992 (XI) y 2010. Con ese renombre, Chile aparece organizando el año 1960 el Primer Torneo Iberoamericano. Luego los III Juegos Deportivos Sudamericanos en 1986, y el año 1995 Chile celebra en Santiago el VIII el Campeonato Panamericano Juvenil. El año 1995 registra el Campeonato Panamericano Juvenil VIII, en Santiago.

En un nivel superior con bombos y platillos nuestro país inauguraba el “Mundial Junior Santiago 2000”, con la participación 1.100 atletas provenientes de 151 países. Tuvo un gran reconocimiento internacional (hace unos días Perú organizó con éxito ese Mundial U20 – 2024; participaron 134 países). Llegamos al 2008, FEDACHI promoviendo la regionalización, llevó a cabo el “XIII Campeonato Iberoamericano de Atletismo” en Iquique con 316 atletas de 19 países. Luego los Juegos Odesur en los años 1986 y 2014; rápidamente el 2017 los Juegos Sudamericanos de la Juventud; todos ellos organizados por Corporaciones ad hoc.

Durante los últimos 9 años la Atlética Chilena no registra ningún campeonato Sudamericano. Si bien el año 2021 Chile organizaba el “Sudamericano de Trail en Santiago” y el “Campeonato Panamericano U20- 2021 en Concepción”; por “incongruencias de la propia organización” cancelaron ambos eventos a última hora; dejando a los países concurrentes con sus selecciones listas y los pasajes comprados.

Nos saltamos varios años para llegar a los “Juegos Panamericanos Santiago 2023”. Magno evento organizado por Panam Sport junto a la Corporación Santiago 2023 y Team Chile.

El escenario de las próximas elecciones por la renovación del Directorio de FEDACHI el 19 de octubre se correrá entre carreras, saltos y lanzamientos. Frente a una crisis de valores, en ese escenario la pregunta es ¿Se deben abrir las puertas para que florezcan nuevos dirigentes con mejores competencias? ¿Se está dispuesto a rescatar como punto de partida, la ética, lo más íntimo y honesto de una organización?

Definitivamente, elegir un camino colectivo como primer requisito para recuperar la credibilidad, creo es dable conseguirla mediante una tercera vía: Un renovado directorio de consenso que trabaje por la unidad y búsqueda de acuerdos con disposición al desarrollo regional. Generar resultados positivos poniendo al centro a los atletas, entrenadores y dirigentes sin discriminación y, respetando la autonomía de las asociaciones regionales en que todos se sientan ganadores, le agregará valor y credibilidad a la comunidad atlética nacional, que tanto la necesita.

Fernando Sotomayor G.

Ex Atleta