¿Qué diferencia hay entre torneo, competencia y campeonato en el “Sector Deporte”?
Inicialmente el término torneo tiene su origen en los combates a caballo en la época medieval.
Eran acontecimientos especiales que congregaban competiciones de caballería. Se medían dos bandos de caballeros que se desafiaban para obtener un trofeo.
En el ámbito atlético, un torneo es un evento conformado por un conjunto de pruebas en el que se reconoce y premia al ganador o ganadora de cada una de ellas. No se registra puntaje por equipo o institución participante; por ejemplo, Torneo Orlando Guaita.
Respecto a la palabra competencia, se refiere en muchos casos a las cualidades o habilidades de una persona para desempeñar una labor o cargo. En el ámbito deportivo, competencia o competición, son sinónimos. Es una disputa entre dos o más personas o equipos por la obtención de algún logro.
Un campeonato también es una competición. En el caso del fútbol u otro deporte colectivo, existe el Campeonato Nacional (copa), el cual se lleva a cabo a nivel nacional durante un período de tiempo entre varios equipos que, por lo general representan a instituciones regionales.
En los primeros JJOO de la Era Moderna, el atletismo fue concebido como torneo deportivo. No se otorgaba puntaje a los finalistas de las pruebas en disputa ni se registraba un país ganador de la disciplina deportiva. Posteriormente, primero los medios de comunicación y más tarde la IAAF, hoy World Athletics, dispusieron asignar puntaje a los ocho finalistas de cada prueba: ocho al primero y uno al octavo; sin asignación de puntaje especial a ninguna prueba como ocurre en algunos torneos locales y regionales que otorgan doble puntaje a los relevos y pruebas combinadas.
Por lo tanto, existen diversos tipos de campeonatos. Algunos se desarrollan a lo largo de una temporada, con numerosos partidos o pruebas que aportan triunfos y con ello puntaje para una tabla de posición general. Otros, en cambio, tienen lugar en un tiempo reducido y se definen más rápidamente. El campeón individual y por institución, puede recibir un premio económico, un trofeo o solo un reconocimiento.
Dentro de las más importantes competencias, a nivel internacional, el atletismo reconoce los Juegos Olímpicos (campeonato entre países que involucra a varios muchos deportes); Campeonato Mundial y Gran Prix. En el caso de nuestro país, se suman los Panamericanos; Juegos Odesur; Sudamericanos; más el “Campeonato Nacional” (generalmente en el segundo semestre), otorgando el honor al atleta de ser campeón de Chile en la disciplina correspondiente, e igual distinción a la institución que registre el mayor puntaje al término del evento.
Estas participaciones se desarrollan bajo estrictas reglas de competición, en base a una estructura jerárquica muy definida y respetada, otorgando igualdad a los atletas.
Sorprende una vez más que la Federación Atlética de Chile realice un Campeonato Nacional de velocidad, relevos y saltos en el mes febrero en San Fernando cuando todavía no se inicia el calendario de competiciones.
¿Desea su Directorio sentirse vigente ante la prensa realizando cosas, o permitir que unos pocos atletas logren marcas en desmedro de la gran masa atlética? ¿O se estará pensando en la participación de unos poquitos en torneos indoor en el hemisferio norte? Porque si fuera esto último, resulta más económico enviarlos a competir al extranjero. Es el caso de Carlos Díaz que, en Valencia, acaba de batir el record nacional indoor en los 3.000 mts. (7.51,30).
Me inclino a pensar que mediante el manejo de torneos pretenden mantener su ilusorio “Centro de Poder” ante las autoridades y medios de comunicación. Pero el chascarro al suspender a último minuto a fines del año pasado dos importantes torneos internacionales, han debilitado la imagen internacional de la FEDACHI. Uno de ellos, el Panamericano Sub 20, la Asociación Panamericana de Atletismo (APA), lo transfirió a Brasil, dada la incapacidad de gestión de la Federación Nacional (a la fecha lo siguen publicitando en su Web). Su empresa de “Torneos FEDACHI”, caducó ante la opinión pública. Tratando de tapar sus fracasos organizó a último momento el torneo “Orlando Guaita 2021”; el que contó con menos de 200 espectadores (ver foto).
Seccionar entonces un “Campeonato Nacional”, único evento que debe realizar FEDACHI por Estatuto (lo puede delegar en una asociación regional) es otro despropósito ¿Quién será el campeón nacional en una especialidad, el del primer o segundo semestre, si lo realiza? La gran mayoría de los países organiza un solo campeonato nacional, generalmente, al finalizar el ciclo competitivo, es decir, se rinde el examen al final y no al iniciar la temporada. Tiene también el propósito de reunir a la mayor cantidad de atletas del país y congregar una gran cantidad de público.
Extraviaron la ruta hace tiempo. Mediante una infinidad de “Torneos Fedachi” le quitaron protagonismo a las Asociaciones. No se han querido dar cuenta que son los clubes los que tienen una relación directa con los atletas, necesitando de mayor apoyo (La Federación solo tiene el monopolio en la representación internacional y selecciones nacionales).
Alejado de la realidad, hoy el Presidente federativo (y su Secretario) despreocupado de la administración de la Federación, con el acostumbrado retórico juego de palabras abrió su oficina en la Municipalidad de Osorno, sin advertir una vez más que el domicilio legal de la Federación es Santo Toribio 660 (ver documento).
En este contexto de desprolijidad federativa, la Asociación Atlética Regional Metropolitana (AARM) encabezada por un Directorio multidisciplinario, cuerpo técnico, clubes y entrenadores (trabajo en equipo), en los últimos años ha salido al rescate del atletismo nacional. En efecto, entre marzo y noviembre del 2021, con un formato bien planificado, contando con normas, puntajes, jueces, sistema de cronometraje, etc., realizó 22 eventos (sin contar torneos escolares), en diferentes estadios de la Región Metropolitana. Dichos torneos, meeting o campeonatos se pusieron a disposición de una gran masa de atletas provenientes de las asociaciones regionales del país.
En esa línea está trabajando la AARM para conformar una liga escolar con colegios municipales y fundaciones, así como un cuerpo sólido de jueces regionales para enfrentar los nuevos eventos atléticos.
¿Le parece raro a Ud. que el Directorio federativo y sus adláteres, desde hace años, no hayan otorgado ningún torneo a la AARM? En esa esfera, fueron dejando a la Federación al borde del colapso, olvidándose muchas veces para que fueron elegidos.
Por el contrario, elaborar un plan de trabajo conjunto mediante una labor de coordinación entre las distintas “Asociaciones Regionales”, será crucial para recomponer las confianzas, ampliar la base atlética nacional y elevar el nivel del atletismo, que permita a Chile alcanzar una primera y aterrizada meta: el nivel Sudamericano, que hoy quedó muy rezagada.
Fernando Sotomayor G.
Ex Atleta